Entrevista en "Todo por Hacer"
A finales de junio la revista "Todo por Hacer" (www.todoporhacer.org) nos hicieron una entrevista a las acompañantes de Tartaruga. Aquí la tenéis.
1. ¿Qué es Tartaruga?
Tartaruga es un proyecto de pedagogía
libre dirigido a niñ@s de entre dos y seis años basado en respetar sus
necesidades e intereses y acompañarles en su evolución personal,
intelectual y afectiva.
Un espacio de experimentación, relación y
juego donde se confía en la capacidad innata de l@s niñ@s para guiar
sus aprendizajes. No se obliga a nadie a hacer algo que no quiera, pues
se parte de los deseos e intereses de cada niñ@, favoreciendo el
reconocimiento interior de sus necesidades y la toma libre de decisiones
e iniciativas, sin juzgarle, aceptándole tal como es.
Guiad@s por valores clave como el
respeto, la aceptación, la autoestima, la autonomía, la expresión libre,
la coeducación, los límites, y el conocimiento de sí mism@ y del
entorno. Creemos en la “no intervención” del/la adult@, en facilitar en
lugar de imponer, en escuchar y dialogar para crear un ambiente de
seguridad física y afectiva, donde los niñ@s puedan desarrollarse desde
la espontaneidad y la confianza en si mism@s.
Dentro de esta concepción del
aprendizaje, dejamos fuera los refuerzos, tanto positivos como
negativos, así como los juicios de valor, ya que nos parece que generan
una relación de dependencia hacia la adulta.
La funciòn de lxs adultxs en Tartaruga
es acompañar. Entendemos por acompañante una persona adulta que se
encuentre emocionalmente cercana al/la niñ@ y que le siga en sus
procesos (sin llevarle de la mano, sin guiarle), yendo por detrás para
percibir lo que realmente le sucede. Así, lxs adultxs no intervenimos en
el juego infantil, ni proponemos actividades programadas, sino más bien
nos situamos en un segundo plano y ponemos en juego nuestra mayor
herramienta: la observación. Observamos intereses, observamos
necesidades motrices, emocionales, materiales; observamos relaciones
sociales… sin juicios, nos dedicamos a observar para después actuar en
consecuencia.
Entendemos que esta es la única manera
de dar prioridad a l@s niñ@s, confiando en que nadie mejor que ell@s
mism@s puede guiar su aprendizaje, para darle verdadero protagonismo,
lxs adultxs tenemos que estar en segundo plano.
El acompañamiento se da de igual a
igual, por lo que lo primero que intentamos quitarnos de encima es la
figura del/la maestr@ y con ésta, ese rol que asume todo el peso del
aprendizaje infantil. Ahora partimos de nosotr@s mism@s, como personas
intentamos conocernos, aceptarnos y partir de ahí para relacionarnos con
l@s demás.
Lxs acompañantes nos ponemos al servicio
de las necesidades de l@s nin@s. Esto implica un trabajo diario y
constante entorno al desarrollo infantil, para que este tenga su mayor
plenitud.
Esto se traduce, por un lado, en una
organización constante del espacio, por otro en la disposición y
elección de los materiales más adecuados para lo que están requiriendo
l@s pequeñ@s y por último, en poner los límites y ayudar a asimilarlos y
en cubrir y atender sus necesidades afectivas.
2. ¿Cómo nació Tartaruga?
Tartaruga se formó cuando nos enteramos
que el espacio en el que estaba el proyecto “Pequeñ@ compañer@” se
quedaba libre, allá por el 2009. En cuanto nos enteramos, nos juntamos
cuatro amig@s que trabajábamos en educación y probamos a pedir el
espacio a la gente del Ateneo Libertario de Villaverde-CNT con la idea
de realizar un proyecto educativo no-autoritario y participativo, a lo
que CNT nos dijo que sí. Quizás en este proceso también tiene
importancia el hecho de que una de nosotras acababa de tener una hija y
veíamos por nuestra experiencia en escuelas que no queríamos esa
“educación” para nuestr@s hij@s, ni para l@s hij@s de nuestr@s
compañer@s.
Cuando tuvimos el sí de CNT convocamos
una reunión en el Ateneo, sobre todo difundida por blogs de crianza
natural. A la primera reunión vinieron unas 30 personas para enterarse
de qué pasaba ahí, y poco a poco fuimos afianzando qué queríamos hacer,
disminuyendo en número hasta quedar un grupo de 9 familias y cuatro
acompañantes, lo que nos permitió conocernos mejor. Éramos gente
decepcionada con la opción educativa que se ofrecía desde las
instituciones y con ganas de crear algo nuevo y respetuoso para l@s
peques.
A la par que íbamos definiendo el
proyecto educativo fuimos acondicionando el espacio y poniéndolo a
nuestro gusto. Por cómo estaba el edificio contiguo no pudimos llegar a
estar allí con nuestras peques y tuvimos que movernos a La Prospe, dónde
estuvimos de enero a julio del 2010. De La Prospe nos fuimos porque ese
espacio no tiene patio y tanto para nosotr@s como para l@s peques es
muy importante. Tuvimos un año de parón porque algun@s acompañantes y
algunas familias se fueron fuera de Madrid, y otras escolarizaron a sus
hij@s. Después de ese año hemos vuelto con energías renovadas.
3. ¿Qué experiencias educativas os han influido a la hora de crear Tartaruga?
Por un lado, tenemos diferentes
referentes de escuelas libres con las que sentimos gran afinidad por
estar construyendo espacios de autonomía para l@s niñ@s, espacios que
ponen como prioridad el respeto a sus necesidades y procesos de
desarrollo. Uno de ellos es el Jardín Pirata y otro, con mayor distancia
geográfica de por medio, fue el Pestalozzi, la escuela de l@s Wild y la
teoría elaborada a partir de esta experiencia, la cual nos ha guiado
bastante en nuestro día a día en Tartaruga.
Mucho antes de conocer estos proyectos,
tuvimos noticia de otros como Summerhill, Montessori, Paideia, etc.,
escuelas pioneras que revolucionaron el mundo de la pedagogía y abrieron
la posibilidad no sólo de cuestionar lo existente, sino también de
imaginar y poner en práctica otras formas de aprender y relacionarse con
lxs niñxs.
En nuestro camino también se ha cruzado
la teoría y la praxis de Freire. De su visión de la educación
transformadora y también de la Prospe, referente cercano que la lleva a
cabo adaptándola a otros contextos, nos quedamos con el análisis y el
rechazo de la educación como herramienta de domesticación, y con la
elección consciente de una educación concientizadora y liberadora y una
relación de enseñanza-aprendizaje horizontal, en la que los roles de
educadora y educando se intercambian.
Aprendemos también de la parroquia de
Entrevías y de personas como Martínez Reguera en su lucha contra las
cárceles de menores y su construcción de una alternativa real y llena de
compromiso, basada en una crianza que genere relaciones de respeto y
apoyo entre adultos y niñ@s cuya raíz reside siempre en el amor.
De la educación creadora de Arno Stern,
hemos acogido en nuestro actuar el no-juicio a la expresión artística
para así poder crear en libertad y de “Moverse en libertad“ de Pickler
nos quedamos con el respeto a los ritmos individuales de cada unx en
cuanto al desarrollo psicomotriz y en el cuidado que como adultxs hemos
de tener para no adelantar los procesos de aprendizaje.
Por último, están las experiencias de
nuestra infancia y adolescencia que nos han permitido vivir nuestros
primeros espacios de autogestión y disfrute de la montaña en libertad,
como es el grupo scout Jaleo.
4. ¿Qué criticáis del sistema educativo?
Creemos que el estado utiliza el sistema
educativo como herramienta para mantener y perpetuar la sociedad
capitalista en la que estamos inmersxs. Para ello forma personas que
necesiten y dependan de factores externos en su aprendizaje, personas
que necesiten una aprobación constante en su desarrollo personal,
personas que no sepan gestionar su tiempo ni identificar sus
motivaciones e intereses, personas desconectadas de sus emociones,
personas competitivas, personas cuya felicidad resida en el consumo y no
en su capacidad creativa, personas sumisas que estén acostumbradas a
obedecer y no cuestionen la autoridad.
Para nosotr@s el fallo del sistema
educativo es de carácter estructural, son los pilares que sustentan la
institución los que determinan su nefasto funcionamiento. El
conocimiento divido por materias, el curriculum diseñado desde arriba,
el horario estructurado, la división de l@s alumn@s por edades, la ratio
por adulto, el espacio cerrado o la organización jerárquica son algunas
de las causas que conllevan una pedagogía totalmente dirigida.
Opinamos que se trata de una institución
que legitima las desigualdades de género por un lado dando continuidad
a un sistema patriarcal y por otro las desigualdades sociales,
preparando la mano de obra que necesita el sistema; facilitando el
acceso al poder a aquellas personas que más recursos, que son las que se
pueden permitir másters, academias, profesores particulares, etc.
Las leyes de educación, el currículo, el
PEC (Proyecto Educativo de Centro) o las unidades didácticas están
llenos de conceptos tales como respeto, interés, diversidad, desarrollo…
que hacen de estos documentos papeles mojados. Creemos que la teoría no
es coherente con la práctica.
Nosotr@s no entendemos el respeto sin
horizontalidad, el interés sin la decisión personal, la diversidad sin
individualidad o el desarrollo humano sin libertad.
Además, la escuela tradicional se
asienta sobre un significado de aprendizaje el cual no compartimos. Se
basa en la creencia de que es necesario enseñar desde una posición
autoritaria para que exista aprendizaje. Los conceptos que se manejan en
la escuela al estar tan alejados de la vida real imponen un aprendizaje
memorístico. Pensamos que no se respetan las diferentes maneras y
herramientas que cada cual desarrolla para aprender.
Por último decir, que aunque no
compartamos la forma de funcionar del sistema escolar apoyamos a todas
las individualidades y colectivos que luchan cada día dentro de la
escuela pública, contra los recortes, por sus derechos laborales, para
hacer la estructura más horizontal, para acercarla más a las diferentes
necesidades de l@s niñ@s, porque somos conscientes que es la educación
más accesible para la mayor parte de la población.
5. ¿Qué autocrítica os hacéis o en que aspectos creéis que tenéis que trabajar más?
Una de las cosas que tenemos en la
cabeza es que nosotras somos personas de clase media y tanto nuestras
relaciones como los espacios en los que nos movemos los compartimos con
gente del mismo origen. Tartaruga no está llegando en absoluto a
colectivos en otra situación económica más precaria y esto hace que nos
cuestionemos muchas cosas, provocando tristeza ya que se hace patente
una vez más que estamos profundizando en una diferencia de clases
sociales.
Otra cosa de la que nos hemos dado
cuenta, quizás más recientemente, es que personas que hemos estado cerca
de movimientos sociales tenemos interiorizado conceptos como
autogestión u horizontalidad y a veces damos por hecho que todo el mundo
los va a conocer. Y lo que es más importante, también se da por hecho
que todo el mundo sabe cómo se funciona en proyectos horizontales.
Nuestra experiencia actual nos está confirmando que esto no es así, por
lo que creemos que hay que trabajarlo colectivamente.
Otro punto flojo que vemos es que, ante
la escasez de referencias teóricas, suele ser fácil considerar una
teoría como verdad absoluta. Nosotras queremos darle margen a la duda,
cuestionar a l@s autores/as y estar en auto formación constante. No
queremos tener miedo a cuestionarnos ya que creemos que es el camino
para avanzar y seguir creciendo.
Por otro lado creemos que todavía nos
falta camino para ser un colectivo realmente horizontal dónde las
opiniones de todas las personas sean consideradas igual, dónde el
trabajo este repartido según las posibilidades de cada un@ y dónde
también estén cuidadas las cuestiones de género.
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